Por casi tres décadas, la ficción latina de EE.UU. fue dominada por el realismo mégico, emparedada entre visiones cliché de abuelas, mangos y el mar. Entonces en el 2003, Alisa Valdés-Rodríguez puso pluma a papel y produjo una novela actual sobre seis chicas latinas que tratan de abrirse camino en la oficina y en la cama. Las seis mujeres de The Dirty Girls Social Club son inteligentes, cómicas y, los més importante, profesionales. Entre ellas, una reportera, roquera y locutora y ninguna entra en pesados debates sobre la experiencia del inmigrante.
"No quería que estuvieran con sus mantillas rezéndole a la virgen de Guadalupe", dice Valdés Rodríguez, de ascendencia cubana e irlandesa. "Esa no es mi realidad". Valdés Rodríguez nació hace 36 aãos a una familia de clase media en Albuquerque, NM, y hoy vive con su esposo e hijo pequeão. Tiene un méster en periodismo de Columbia University y trabajó como reportera para el Los Angeles Times y el Boston Globe.
La perspectiva de Valdés Rodríguez sobre la vida latina de EE.UU. ha encontrado una diversa audiencia. Dirty Girls ha vendido més de 350,000 ejemplares y esté en preparativos para convertirse en una serie en la cadena Lifetime la próxima primavera. Su segundo libro, Playing with Boys, ha vendido 130,000 ejemplares en cubierta dura. Esté elaborando dos novelas més con temas femeninos y una ficción para adolescentes.
Desde que Dirty Girls debutó, novelas similares han aparecido en las librerías, incluso Hot Tamara de Mary Castillo. Pero Valdés-Rodríguez no quiere tomar crédito. "Esos escritores ya estaban allí", dice. "Lo que pasaba era que la industria no estaba lista para publicarlos". Ahora sí esté lista.